Justificaste la corrupción
Justificaste la pobreza
Justificaste el aborto
Justificaste el maltrato a los jubilados
Justificaste la nula movilidad social
Justificaste la impunidad de los delitos
Justificaste la intromisión en el Poder Judicial y pediste intervención nacypop
Justificaste al periodismo adicto beneficiado con cargos y prebendas
Justificaste la pandemia que es un virus peligroso más como tantos otros.
Justificaste el encierro
Justificaste la quiebra de pequeños comerciantes y el éxodo de los capitales grandes.
Justificaste el desempleo de los trabajadores
Justificaste el nepotismo y la rifa de cargos públicos
Justificaste el cierre de líneas aéreas y de aeropuertos
Justificaste el nepotismo para la elección del Congreso
Justificaste que no haya meritocracia
Justificaste la inseguridad con y sin códigos
Justificaste los vestidos caros, las joyas y accesorios que valen más que tu casa, si tenés la suerte de tener una
Justificaste las celebraciones populares para despedir a Maradona, para festejar una ley que autoriza interrumpir el embarazo hasta los 9 meses, sin consulta popular.
Justificaste que el nuestro sea el único país del mundo sin clases presenciales
Justificaste la deserción escolar de 1.000.000 de estudiantes
Justificaste el cierre de fronteras
Justificaste la quiebra de empresas de aviación y el cierre de un aeropuerto interno
Justificaste el abuso, la mentira, la persecución a quien no piensa igual, los allanamientos a personas que son de diferente partido
Justificaste que te gobiernen por DNU y que te digan que sos el culpable de los contagios
Justificaste no abrazar a tus seres queridos, no visitarlos, no enterrar a los ausentes
Justificaste la falta de fe en los médicos que contaban otra cara de la verdad científica
Justificaste a los obsecuentes
Justificaste la delación a tus vecinos
Justificaste la comida en mal estado comprada por funcionarios a precio de oro para dar limosna a quienes se ocuparon de reducir a mendicantes
Justificaste el morbo de que te digan cuántas personas fallecen por minuto, como si fuéramos inmortales y ajenos
Justificaste la suba de impuestos
Justificaste que no te atendieran las oficinas administrativas del Estado
Justificaste los índices de inflación dibujados por el gobierno
Justificaste que no hubiera tribunales por un año y que los abogados no fueran esenciales en una sociedad
Justificaste la pérdida de reservas del Banco Central
Justificaste el cierre de fronteras
Justificaste que los profesionales de la salud no recibieran el bono prometido, aunque aplaudiste para que se note que te preocupaban
Justificaste que no haya espectáculos, ni música, ni teatro, ni fútbol en vivo
Justificaste el desprestigio diplomático de Argentina en el mundo civilizado
Justificaste el miedo, la obscenidad, el manoseo virtual
Justificaste la locura de los que te plantan una etiqueta y marche preso
¿VAS A JUSTIFICAR EL TOQUE DE QUEDA, TAMBIÉN?
