miércoles, 8 de abril de 2020

27 - reacomodamiento social

DIOS NO COMETE ERRORES.

SI SUCEDE, CONVIENE. 





Una de las primeras cosas que deberá hacer la OIT, dependiente de la ONU es declarar que la jornada de trabajo debe durar 5 horas diarias y 30 semanales.
Las jornadas de Home Office son mucho más agotadoras que las tareas presenciales y para reestructurar la economía se deduce la obligatoriedad, para que repartir el empleo humano con la robótica.
Así de simple.







Toda esta locura del Nuevo Orden y el virus de la corona puede redundar en un beneficio si se aprende que nadie se salva solo y que la educación es imprescindible para movilizar una sociedad escaqueada por la tragedia.

Quédate en casa para que te bajen la información burda o mentirosa que se expande más que un bicho maligno, no. Pero si el tiempo se utiliza para estudiar, aprender y mejorar en un crecimiento personal, sería un verdadero avance humanitario.


Ayer, yo reclamaba la reducción de la jornada laboral a la Organización Internacional del Trajajo (OIT) por la incursión de la robótica en las empresas.


Sé de trabajadores que con el home office tienen que esforzarse el doble para poder asimilar primero la tecnología virtual y, además, reacomodarse, porque no son millennials y si lo son viene de familias tan pobres que viven del precariado y con una educación pública tan deficiente que no están a tiro con las circunstancias. No podrían estarlo desde el momento que hay 1.000.000 de familias en Argentina que necesitan que el Estado les compre un paquete de fideos o una botella de aceite, que pagamos a precio oro y es de mala calidad.


La gran apuesta es saber si esta vez triunfa el sentido común y la sensatez y se termina la ficción del "hago como si" para ayudar a esa gente marginada a romper el círculo que los perpetúa en una clase a la que solo inculcan desde los gobiernos el resentimiento y el delito como modo de progreso social.


Buenos días.

Un recuerdo que me trajo Facebook del 2021, dos años después.

 H ola, querida gente. Permiso. Soy Lu. La pandemia me mantuvo ocupada y preocupada por la situación política argentina, donde llegué por p...